La Clasificación Internacional de Enfermedades 11 (2018) categoriza el deterioro de la visión en dos grupos: distante de presentación y cercana de presentación.
Deterioro de la visión distante:
Deterioro de la visión cercana:
La experiencia individual del deterioro de la visión varía dependiendo de muchos factores, entre ellos la disponibilidad de intervenciones de prevención y tratamiento, el acceso a la rehabilitación de la visión (incluidas ayudas técnicas, como gafas o bastones blancos), y el hecho de si la persona tiene problemas debido a la inaccesibilidad de los edificios, los medios de transporte y la información.
En el mundo hay al menos 2200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante. En al menos 1000 millones de esos casos, es decir, casi la mitad, el deterioro visual podría haberse evitado o todavía no se ha aplicado un tratamiento.
Entre esos 1000 millones de personas se encuentran las que padecen un deterioro moderado o grave de la visión distante o ceguera debido a errores de refracción no corregidos (88,4 millones), cataratas (94 millones), glaucoma (7,7 millones), opacidades corneales (4,2 millones), retinopatía diabética (3,9 millones) y tracoma (2 millones), así como deterioro de la visión cercana causado por presbicia no corregida (826 millones) (1).
En cuanto a las diferencias regionales, se estima que la prevalencia del deterioro de la visión distante es cuatro veces mayor en las regiones de ingresos bajos y medianos que en las de ingresos altos (1). En lo que respecta a la visión cercana, se estima que las tasas de deterioro de la visión cercana sin tratar son superiores al 80% en el África subsahariana occidental, oriental y central, mientras que las tasas comparativas en las regiones de altos ingresos de América del Norte, Australasia, Europa occidental y Asia y el Pacífico son inferiores al 10% (2).
Se prevé que el crecimiento y el envejecimiento de la población aumentarán el riesgo de que más personas se vean afectadas por el deterioro de la visión.
A nivel mundial, las principales causas del deterioro de la visión son la siguientes:
Las causas varían considerablemente de un país a otro y dentro de un mismo país en función de la disponibilidad de servicios de atención oftálmica, su asequibilidad y los conocimientos de la población en materia de atención oftálmica. Por ejemplo, la proporción del deterioro de la visión atribuible a las cataratas es mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos. En los países de ingresos altos, son más frecuentes las enfermedades como la retinopatía diabética, el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad.
Entre los niños, las causas del deterioro de la visión varían considerablemente de un país a otro. Por ejemplo, en los países de ingresos bajos, las cataratas congénitas son una de las causas principales, mientras que, en los países de ingresos medianos, la principal causa es la retinopatía del prematuro. Al igual que en la población adulta, los errores de refracción no corregidos siguen siendo la causa principal de deterioro de la visión entre los niños de todos los países.
Los niños pequeños con deterioro de la visión grave de inicio temprano pueden sufrir retrasos en el desarrollo motor, lingüístico, emocional, social y cognitivo, con consecuencias para toda la vida. Los niños en edad escolar con deterioro de la visión también pueden presentar niveles más bajos de rendimiento académico.
El deterioro de la visión afecta gravemente a la calidad de vida de la población adulta. Las tasas de participación en el mercado laboral y de productividad de los adultos con deterioro de la visión a menudo son más bajas y suelen registrar tasas más altas de depresión y ansiedad. En el caso de los adultos mayores, el deterioro de la visión puede contribuir al aislamiento social, a la dificultad para caminar, a un mayor riesgo de caídas y fracturas, y a una mayor probabilidad de ingreso temprano en residencias de ancianos.
El deterioro de la visión supone una enorme carga económica mundial, ya que se calcula que los costes anuales debidos a la pérdida de productividad asociada a deficiencias visuales por miopía y presbicia no corregidas ascienden a US$ 244 000 millones y US$ 25 400 millones, respectivamente, en todo el mundo.
Aunque un gran número de enfermedades oculares pueden prevenirse (por ejemplo, las infecciones, los traumatismos, las medicinas tradicionales inseguras, las enfermedades perinatales, las enfermedades relacionadas con la nutrición, el uso inseguro o la autoadministración de tratamientos tópicos), esto no es posible en todos los casos.
Cada afección ocular requiere una respuesta diferente y adecuada. Existen intervenciones eficaces que se ocupan de la promoción, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación que responden a las necesidades asociadas a las afecciones oculares y al deterioro de la visión; algunas de ellas se encuentran entre las intervenciones de atención de la salud más rentables y factibles de aplicar. Por ejemplo, los errores de refracción no corregidos pueden subsanarse con el uso de gafas o mediante cirugía, mientras que la cirugía de cataratas puede restaurar la visión.
También hay tratamiento para muchas afecciones oculares que no suelen causar deterioro de la visión, como la sequedad ocular, la conjuntivitis y la blefaritis, pero que generan molestias y dolor. El tratamiento de esas afecciones se dirige a aliviar los síntomas y prevenir la evolución hacia enfermedades más graves.
La rehabilitación de la visión resulta muy eficaz para mejorar el funcionamiento de las personas con un deterioro irreversible de la visión que puede estar causado por afecciones oculares como la retinopatía diabética, el glaucoma, las consecuencias de un traumatismo o la degeneración macular relacionada con la edad.
La labor de la OMS se guía por las recomendaciones del Informe mundial sobre la visión de la OMS y la resolución sobre «atención oftálmica integrada y centrada en la persona, incluidas la ceguera y la discapacidad visual prevenibles», adoptada por la 73.ª Asamblea Mundial de la Salud en 2020. La propuesta fundamental del informe y de la resolución es convertir la atención oftálmica integrada y centrada en la persona en el modelo de atención de elección y garantizar su aplicación universal. Se espera que, al dar forma al programa mundial sobre la visión, el informe y la resolución ayuden a los Estados Miembros y sus asociados a reducir la carga de las afecciones oculares y el deterioro de la visión y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular la meta 3.8 de los ODS de lograr la cobertura sanitaria universal.
Algunas de las principales esferas de trabajo y actividades de la OMS en materia de prevención de la ceguera consisten en:
1) Vision Loss Expert Group of the Global Burden of Disease Study. Causes of blindness and vision impairment in 2020 and trends over 30 years: evaluating the prevalence of avoidable blindness in relation to “VISION 2020: the Right to Sight”. Lancet Global Health 2020. doi.org/10.1016/S2214-109X(20)30489-7
2) Vision Loss Expert Group of the Global Burden of Disease Study. Trends in prevalence of blindness and distance and near vision impairment over 30 years: an analysis for the Global Burden of Disease Study. Lancet Global Health 2020. doi: 10.1016/S2214-109X(20)30425-3
3) Fricke, TR, Tahhan N, Resnikoff S, Papas E, Burnett A, Suit MH, Naduvilath T, Naidoo K, Global Prevalence of Presbyopia and Vision Impairment from Uncorrected Presbyopia: Systematic Review, Meta-analysis, and Modelling, Ophthalmology. 9 de mayo de 2018.